Tras las elecciones de febrero de 1936 que supusieron la victoria del Frente Popular, fue nombrado concejal y elegido alcalde de Moaña el 22 de marzo de 1936. Su gestión al frente de la corporación fue corta. Duró exactamente cuatro meses, desde el 22 de marzo hasta el 22 de julio, cuando es nombrado delegado gubernativo, tras el golpe de estado del 18 de julio, el militar retirado José Carvajal Quiroga, propietario de O Fuxón, quien ya había sido alcalde en 1929, en la dictadura de Primo de Rivera.
En un intento de salvar la vida hizo una contribución económica a la FE de Moaña, pero finalmente fue detenido y procesado por auxilio a la rebelión. Fandiño y otros siete vecinos fueron juzgados en Vigo bajo la acusación de rebelión. Junto a otros doce moañeses más habían sido detenidos en agosto de 1936 por la Guardia Civil con ayuda de la Falange local. Durante meses se los obliga a trabajar de ocho de la mañana a cinco de la tarde en la construcción del nuevo cementerio. Finalmente, son trasladados a la prisión de Pontevedra, pero varios son asesinados en Marín.
Fue condenado a la pena de muerte por su condición de masón y su casa fue embargada. El propio juez declara que «siendo la francmasonería enemiga de nuestra religión, apostólica y romana». Murió fusilado el 31 de diciembre de 1936 en O Castro de Vigo.