En 1924 fue requerido por el General Primo de Rivera para ocupar un cargo político en A Coruña.
En 1930 fue uno de los fundadores de la "Organización Repúblicana Galega Autónoma", ingresando posteriormente en el “Partido Republicano Radical Socialista”.
Entre los años 1932 y 1933 ocupó el cargo de Gobernador Civil de León.
Posteriormente aconpañaría a Gordón Ordás en la escisión que daría lugar a “Unión Republicana”, junto con los miembros del “Partido Republicano Radical-Demócrata” de Martínez Barrio, siendo uno de los más importantes dirigentes de la provincia de A Coruña.
Durante estos años forma parte de la logia masónica “Pensamiento y Acción, no 11” de A Coruña.
Detenido durante la sublevación, consigue pasar en enero de 1937, durante un permiso carcelario a través de los buenos oficios de un amigo influyente. Desde el país luso se exiliará en Cuba. Durante los años de la guerra civil opuca algun cargo en centroamérica, entre ellos el de Cónsul General en Veracruz. Finalizada la guerra se traslada a Méjico, donde participa en la fundación de la “Alianza Nazonal Galega”.
En 1946 es nombrado encargado de negocias de la República de Guatemala hasta el año 1947, cuando este país reconoce el gobierno del General Franco.
De nuevo en Mejico, ocupa la representación de la Republica en este país. En enero de 1955 es nombrado ministro de Información y Propaganda del Gobierno Republicano en el Exilio, presidido en este momento por Félix Gordón Ordán, transladándose a París, donde permarecerá hasta su muerte. Fue enterrado en el cementerio de Auteuil en un acto en el cual tomó la palabra César Alvajar y al que asistieron el presidente del Gobierno, Gordón Ordás, el ministro de Gobernación, Fernando Valera, el de Justiza, Julio Just, el presidente del Gobierno de Euskadi, Aguirre, Javier Alvajar y su hijo Carlos Etcheverría. Su puesto en el gobierno será asumido por el propio Gordón Ordás, delegando en Javier Alvajar, que había sido secretario del Ministerio durante el mandato de Etcheverría.