sábado, 11 de mayo de 2019

Q.·.H.·. Fuco Gómez

Francisco Gómez Gómez, conocido como “Fuco Gómez”, nació en Ouselle (Becerreá, Lugo) el 9 de julio de 1895, emigrando a Cuba aun siendo un niño, como polizón. Ya en su nuevo país, Fuco Gómez comienza a formarse de modo autodidacta vinculándose, hacia 1910, a la colectividad gallega. Escribirá en estos años en periódicos o revistas como Galicia, Heraldo de Galicia y Ecos de Galicia. Presidirá la "Sociedad de Instrucción de Becerreá y su Contorno", en la que desenvuelve un importante labor cultural y patriótico. 

Participará activamente en la constitución de alguno de los primeros grupos nacionalistas creados en Cuba; así, en 1920, cuando se funda, será viceconsejero 2o de la “Xuntanza Nacionalista Galega” da Habana, que publicará el órgano Nós, redactado en gallego y del que se publicarían ocho números. Al año siguiente, la “Xuntanza Nacionalista” editará Tierra Gallega, de la que Fuco será director. Y en ese mismo año fundó el “Comité Revoluzonario Arredista Galego”, que hará públicas un haz de proclamas revolucionarias llamando a la independencia de la patria gallega; había que derribar a Primo de Rivera y a la monarquía y proclamar un Estado Gallego. Estos Comités eran células revolucionarias de carácter secreto, semejantes a las creadas por los nacionalistas irlandeses en Norteamérica. 

Cando en 1928 llega a Cuba el líder nacionalista catalán Francesc Maciá, Fuco Gómez se entrevistará con él, coincidiendo ambos políticos en la necesidad de acabar con la Dictadura primorriverista y que cada nación ibérica tuviese un estado propio. 

Fue nombrado Académico Honoris Causa de la Academia Universal de Humanidades de Buenos Aires, miembro de Honor de la Universidad Sintética Latina y Americana de San Salvador y otra entidad argentina, la Publicación Artístico-Literaria-Cultural “Tribuna de las Peñas”, de Bos Aires, le otorgó un diploma con la máxima distinción de "Benemérito de la Cultura" de la Orden Beneméritos en la Cultura 

Entre 1941 e 1960 dirigió la revista mensual Patria Gallega, de carácter nacionalista. 

Publicó medio centenar de obras. Podemos destacar, entre ellas, Grafía Galega (1927), Naciones Ibéricas, Pastorelas, O idioma dos animás, La agonía de Iberia, Martí, Guía de Almas o Ensayos de Crítica e Historia de Galicia" (1961). 

Fue Fuco Gómez un hombre de ideas socialistas que sentía gran devoción por figuras como Pi i Margall, Curros Enríquez, José Martí, San Martín, Sarmiento o Bernardino Rivadavia, todos ellos masones. Ligado a la masonería cubana, estuvo muy vinculado con entidades librepensadoras; así, sería redactor de los estatutos de entidades como el “Círculo Iberoamericano de Cultura”, de la “Confederación Universal de Librepensadores” y de la denominada “Independencia Mental de Latinoamérica”. En este ámbito de pensamiento, es muy interesante su obra Criterios concisos, llena de reflexiones filosóficas librepensadoras, humanistas y masónicas. 

En su ideario político Fuco quería conseguir la soberanía total de Galicia y la constitución de una Confederación de Repúblicas Ibéricas, de la que redactaría unas bases, así como un anteproyecto de Constitución para Galicia. 

Con la llegada de la II República viene a Galicia con la intención de participar en el proceso político, pero su ideología independentista no encuentra eco en el “Partido Galeguista”, que se decanta por la autonomía. 

En 1931 hay un intento de declarar el Estado Gallego por parte de algunos emigrados de Argentina encabezados por Campos Couceiro, integrante de la “Federación de Sociedades Galegas” de Buenos Aires, que aprovecharon una huelga general en protesta por la suspensión de las obras del ferrocarril para declarar el "Estado Gallego". Formaron una Junta Revolucionaria, nombrando a Alonso Ríos, que estaba en estos momentos en Galicia, presidente de la misma, con sede en Santiago. Pero la cosa no pasó de ser una acción propagandística sin ninguna trascendencia en Galicia. 

De regreso a Cuba, Fuco pasará los últimos años de su vida, además de dirigiendo la citada Patria Gallega, escribiendo sus libros (muchos aun inéditos) y rodeado de todo tipo de papeles, y algo alejado, debido a su carácter, de buena parte de la colectividad gallega. 

Fallecería en La Habana el 9 de enero de 1972, a los 77 años.