domingo, 14 de diciembre de 2025

Muerte filosófica y resurreción

Entro en esta sala como ignorante, puesto que tengo 3 años y no se leer ni escribir, movido por la voluntad de llegar a la luz tras cruzar este océano de tinieblas donde me encuentro, evitar la superstición y el error con el uso de las herramientas que me han sido confiadas e iluminado por mis hermanos, arropados por la ciencia y la filosofía para encontrar el camino correcto.

Me preguntaban por la virtud antes de reconocerme M:., pues bien, citando a Platón: "La virtud consiste en tener deseos correctos y en ser capaz de satisfacerlos". La primera creo que la cumplo puesto que estoy hoy aquí frente a vosotros hermanos míos, y la segunda es la que se me demanda y por ello me fueron entregados el mazo y el cincel, el primero para generar la fuerza necesaria para someter mi voluntad y otro para dirigir esa fuerza con propósito, en la dirección que dicte mi inteligencia y mi razón. Esto sumado a la regla de 24 divisiones, que regirá de manera rigurosa el reparto de las horas del día para cumplir mi trabajo con orden.

Por otro lado quisiera hablar sobre el método, y poniéndome en palabras de Diógenes (el Perro, no el historiador): "La educación es una fuente de autocontrol para los jóvenes, un consuelo para los ancianos, un tesoro para los pobres y un adorno para los ricos".

Creo que la educación mediante símbolos es el verdadero valor de nuestra orden, ya que la verdad es individual, es cuestión de perspectiva, dos personas, en distintos puntos, pueden estar ante el mismo paisaje en términos objetivos, pero a cada uno se le ocultara parte del paraje por los árboles y las rocas que encuentre desde su perspectiva, y no por ello describirá un paisaje erróneo. Con esto quiero expresar que mediante los símbolos, se escapa de interpretaciones únicas, se le da protagonismo a la perspectiva individual de cada uno de los hermanos enriqueciendo nuestros trabajos, escapando de dogmas.

Como me dijo un hermano, las posiciones individuales complementan, pero no sustituyen.

Por último, creo que la iniciación tiene un carácter inefable, por lo que con esta plancha realmente quiero que sirva para dedicar un silencio como tributo.

Un momento de introspección, guiado por la memoria y la imaginación, para que todos vosotros hermanos recordéis vuestras iniciaciones y os regocijéis recordando que fue lo que os suscito a cada uno vuestra muerte filosófica y la posterior resurrección como nuevos hombres.

Lathomus, A∴M∴