Natural de la localidad lucense de Lama de Rei, concello de Cervantes, estudió en el Colegio de los escolapios de Monforte y cursó luego la carrera de Derecho en la Universidad de Madrid. Desde muy joven se afilió al Partido Republicano Federal y a la Sociedad Fraternidad Ibérica, de carácter librepensador. Pronto destacó como orador y periodista, y el partido, que dirigía Pi i Margall, le encargó diversos estudios de política comparada. En 1881 ingresó en el Ateneo de Madrid, donde desempeñó el cargo de bibliotecario. Fue designado, en 1883, por la Asamblea de Zaragoza, para formar parte de la comisión encargada de redactar un proyecto de Constitución nacional, en el que se preocupó especialmente por las cuestiones de reforma social.
En enero de 1882 recibe la Luz, siendo iniciado como Aprendiz de la Logia Fraternidad Ibérica nº 90, una de las más activas de Madrid, que trabaja bajo la obediencia del Grande Oriente Nacional de España. El nombre simbólico adoptado por el Q:.H:. Telesforo Ojea fue el de “Autonomía“. Sus trabajos en Logia como obrero en ambas columnas, labrando la piedra bruta con perseverancia y siempre con un sólido aporte intelectual, le hacen merecedor tras un año al reconocimiento de sus Hermanos de Taller, siendo exaltado al sublime grado de MM.
Además de sus colaboraciones de prensa en publicaciones como la Revista de Legislación y Jurisprudencia, creó en 1884, y dirigió hasta 1885, el diario La República, órgano del Partido Federal. También fue miembro del Consejo Federalista de España y secretario del Ateneo de Madrid. En 1888 formó parte del Consejo directivo del Partido Federal. Enfermo de tuberculosis, murió prematuramente a los treinta y dos años de edad, el 22 de julio de 1890, en Casa Grande de Fontei (A Rúa). Francisco Pi i Margall pronunció el discurso necrológico en su memoria y participó en la inauguración del mausoleo que se le dedicó en la rúa de Petín, Ourense, en 1892. Barreiro Fernández lo considera la “mejor cabeza” del republicanismo gallego.