viernes, 4 de enero de 2019

Q.·.H.·. Manuel Curros Enriquez


Pocos Gallegos habrá en el mundo que no hayan oído hablar de Curros Enríquez, excepcional poeta, escritor y comentarista. Defensor de la libertad y los derechos humanos hasta el punto de verse obligado a abandonar su país y exiliarse, esta es su biografía en pocas palabras.

Don Manuel Curros Enríquez (1851-1908) fue uno de los grandes propulsores de las letras gallegas. De ideas librepensadoras y federalistas, fue perseguido a causa de sus publicaciones por la Iglesia Católica.

Nació en la casa número 14 de la calle de San Roque de Celanova, era hijo del escriba José María de Curros Vázquez y de Petra Enríquez. Muy joven, Curros se fue a Madrid, a la casa de su hermano Ricardo, donde hizo el bachillerato y empezó a estudiar Derecho. Ingresa como escriba en el Ayuntamiento de Madrid y visita los círculos literarios con la intención de hacer allí carrera literaria. Participa en la revolución del 68, a partir de la cual se acogerá a una ideología republicano-progresista, y en la proclamación y derrumbe de la Primera República. Se casó en 1873 con Modesta Luisa Polonia Vázquez Rodríguez.

Entre diciembre de 1875 y febrero de 1876 escribe las Cartas del norte, crónicas de la tercera guerra carlista publicadas como corresponsal del periódico El Imparcial. En 1877 gana un certamen poético en Orense con el poema A Virxe do Cristal. Esta victoria lo determinó como poeta gallego. Curros se establece en Orense y trabaja en la Intervención de la Administración Económica.

En 1880 publica Aires da miña terra. Por motivo de ese texto, el obispo de Orense publicó un edicto condenando el libro de Curros por contener proposiciones heréticas, blasfemas y escandalosas. El juzgado ordenó el secuestro de los ejemplares en poder del editor, los moldes fueron destruidos, y Curros fue procesado por delito contra el libre ejercicio de la religión. Fue condenado en Orense y absuelto en A Coruña.

En 1881 ingresa en la RLS:. Auria nº 59/nº 10 (1871-1889) - primera logia masónica establecida en la ciudad de Ourense - que posteriormente pasaría a denominarse Auria- Amor nº 10. Compartiría afiliación con conocidos personajes como el Dr. Antonio Rodríguez Iglesias - Secretario del Colegio Médico de Ourense y Alcalde de la ciudad-, Manuel Quintas Bouza -secretario municipal-, Francisco Prieto Losada - conocido fotógrafo y colportor evangelista-, Silvio Fernández Rodríguez - artista local becado por la Diputación de Orense en Italia-, o Juan Manuel Amor Pereira, republicano y librepensador a quien la masonería orensana debe sus principios e impulso a finales del S. XIX y buena parte del XX.

En 1894 decide emigrar a América. En La Habana dirige un periódico, La Tierra Gallega, y cuando se suspende su publicación ingresa en la redacción de El diario de las Familias y después en la del Diario de la Marina. Acogido con entusiasmo en su llegada, acabó incomodándose con la mayoría de sus paisanos. En 1904 viaja a A Coruña, donde fue obsequiado por los regionalistas. De vuelta en La Habana, retoma sus actividades en el Diario de la Marina. Tras su muerte, sus restos fueron embarcados para Galicia y su cuerpo enterrado en el cementerio coruñés a pesar de la oposición religiosa por ser masón reconocido.